Casi 70.000 personas se verían perjudicadas por la paralización del tráfico ferroviario de la línea Chinchilla-Murcia, que, de producirse, también tendría efectos negativos para el medio ambiente, por el consiguiente aumento de los gases de efecto invernadero derivados del tráfico rodado; así como perjuicios en los pueblos y ciudades colindantes, suponiendo un paso atrás para su desarrollo.
Así lo manifiestan desde la Plataforma Ferroviaria de Castilla-La Mancha, que se opone al cierre de este trayecto, motivado por el soterramiento del AVE a su paso por la ciudad de Murcia. Y es que, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, ha manifestado su intención de cerrar temporalmente la línea de cercanías de Murcia a Lorca y su conexión con la línea de Chinchilla, lo que se prolongaría durante un periodo de entre tres y cuatro años.
“Dicen tres o cuatro años”, explica el representante de la Plataforma, Emilio Parreño, aunque “temen” que se demore más tiempo o que nunca vuelva a restablecerse el flujo de viajeros como ocurrió con Granada, “que dijeron un año y ha estado cuatro cerrada”. Afirma Parreño que “no es necesario dejar sin servicio a esta línea, pues en otras infraestructuras del país se han llevado a cabo diferentes obras sin prescindir de la movilidad, lo que ocurre es que así se hace de manera más rápida y barata”, argumenta.
“Se trata de intereses comerciales y económicos que suponen una consecuencia nefasta para casi 70.000 habitantes”, indica el portavoz de la Plataforma, desde la que ponen de relieve la importancia estratégica del transporte ferroviario para las poblaciones que atraviesa esta línea, y cuyo cierre temporal "supondría su muerte ferroviaria", indica.
"Defendemos el ferrocarril como medio de transporte social, sostenible y vertebrador y entendemos que nuestro gobierno debe llevar a cabo políticas encaminadas a fomentar este medio de transporte de gran importancia estratégica en el desarrollo de nuestro territorio", expresan, recordando que, para esta línea, piden el desdoblamiento y la electrificación de todo el trazado hasta Cartagena y la dotación de unos servicios que satisfagan las necesidades de transporte de los habitantes de estas comarcas.
"La suspensión del trayecto supondría un paso atrás en el desarrollo de estas ciudades llevando a los ciudadanos al transporte por carretera con el consiguiente aumento de los gases de efecto invernadero", denuncian desde la Plataforma, resaltando que el ferroviario es un medio de transporte “fundamental” para la consecución de la neutralidad medioambiental en 2050, objetivo marcado por Europa.
Buscan soluciones
Por su parte, también los sindicatos CCOO y UGT han mostrado su preocupación por el posible corte en la línea férrea Chinchilla-Cartagena y la afección a los usuarios de Hellín.
Como manifiesta la dirigente de CCOO en Albacete, Carmen Juste, “pueden ser muchos meses sin servicio e incluso existe el riesgo de que la línea desaparezca por completo”. Es por ello que proponen un servicio de lanzadera “para que la ciudadanía no sufra ningún perjuicio”, así como el refuerzo del mantenimiento de estas circulaciones “declarando la línea de interés general” y de obligación de Servicio Público.
La lucha continúa
Previsiblemente este corte se produciría a finales de año, por lo que desde la Plataforma ya han iniciado acciones para que el Ministerio les escuche y “tome nota”, de hecho, están buscando un encuentro con el Secretario de Estado de Infraestructuras, Pedro Saura, “para expresarle nuestras inquietudes y que revierta la decisión”, asevera Parreño.
Una decisión que no ha gustado a los Ayuntamientos de los municipios afectados, pues, según trasladan desde la Plataforma, los entes municipales están en contra de la misma, indistintamente del signo político que tengan los Consistorios.
En este sentido, desde la Plataforma esperan que tanto la región de Castilla-La Mancha como la de Murcia apoyen una postura contraria al cierre.
La Plataforma Ferroviaria de Castilla-La Mancha apoya las movilizaciones que se han producido en la región de Murcia y no descartan futuras concentraciones en tierras manchegas, que probablemente coincidan en octubre con la celebración del Año Europeo del Ferrocarril, donde se reivindicará la implantación ferroviaria de “todo el tren” que se ha perdido en el territorio español.