Castilla-La Mancha quiere saber dónde va el agua que se extrae de la cabecera del Segura, concretamente del término municipal de Hellín, a través de los pozos de sequía. Por ello en la reunión mantenida este lunes en la sede de la Confederación Hidrográfica del Segura, en Murcia, el director provincial de Medio Ambiente, Manuel Mirandam y el director general de Desarrollo Rural, Javier Carmona, han pedido a este organismo que sea “más transparente”. Desde que el Consejo de Ministros aprobara el trasvase de agua a través de estos pozos de sequía, el pasado 8 de septiembre, y tras la puesta en funcionamiento de éstos, los regantes de la cabecera del Segura, en la provincia de Albacete, insisten en que el uso del agua es para riego, mientras que la Confederación del Segura dice que ese agua se utilizará para abastecimiento humano. Lo cierto es que, tal y como se explicaba la semana pasada desde la Junta, una vez que el agua se extrae y entra en el cauce "los usos son distintos, sobre todo el regadío”. La reunión llega unos días después de que el Gobierno de Castilla-La Mancha clausurara los cuatro pozos que se habían puesto ya en funcionamiento porque incumplían la normativa de riesgo de incendios forestales, que limita una serie de actuaciones en el medio natural, entre ellos la creación de una franja de seguridad de 400 metros de ancho en caso de deflagración, chispas o descargas eléctricas.
La normativa marca una serie de limitaciones en época de peligro alto de incendios, en el medio natural, tales como la utilización de maquinaria y equipos en los montes, en las áreas rurales situados en una franja de 400 m alrededor de aquéllos, “en cuyo funcionamiento se genere deflagración, chispas o descargas eléctricas, salvo gestión de incendios, caza y labores agrícolas”, situación detectada por el Cuerpo de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha ante los grupos electrógenos utilizados para bombear agua desde Albacete a Murcia.
Además, desde el Ejecutivo autonómico también se ha puesto de manifiesto que la movilización de recursos hídricos hacia la Comunidad Autónoma de Murcia y la provincia de Alicantes, se realiza sin que las comunidades de regantes de Albacete obtengan contraprestación alguna, cuando han sido numerosas las peticiones de aumento de concesión de agua en esta comarca.
Masas sobreexplotadas que limitan con el acuífero del que se nutren los pozos de sequía
Desde la Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha se ha recordado que las comunidades de regantes de “Rincón del Moro”, la SAT “Cañada Macoca” y la SAT de Albatana “no pueden satisfacer sus necesidades de regadío” debido a la que la propia CHS ya argumentó que “son masas de agua en mal estado cualitativo”, cuando son limítrofes al acuífero Mingogil-Villarones, donde se estaban realizando las extracciones.
La Comunidad de Regantes “Rincón del Moro” tiene otorgada una concesión de agua de 5,6 hectómetros cúbicos, inferiores a sus extracciones históricas estimadas en 6,5 hectómetros cúbicos, cuyas obras fueron declaradas de Interés Nacional para la Transformación de Regadío en la zona de Tobarra.
El caso de la SAT “Cañada Macoca” con 380 hectáreas ha visto reducido su concesión de 1,7 hectómetros cúbicos a 0,9 hectómetros cúbicos, y sin tener en cuenta que su plan de transformación no había alcanzado su desarrollo.
Por otro lado, la Junta ha recordado que tras modernizar 1.880 hectáreas en Ontur, se concedió un caudal de 1,5 hectómetros cúbicos, es decir, inferior a los 1.000 metros cúbicos por hectárea que marca la propia Confederación Hidrográfica para el riego del olivar.
Finalmente, desde el Ejecutivo castellano-manchego se ha instado nuevamente a la Confederación Hidrográfica del Segura a que abra una oficina en la cabecera de esta cuenca, al igual que tienen las Confederaciones del Júcar o el Guadiana.