
Boko Mohammed, una "mutiladora profesional", sostiene la cuchilla que ha utilizado durante años para practicar la ablación en su comunidad. Ya no la utilizará nunca más porque ha dedicido abandonar la práctica. | Foto: Unicef.
La mutilación genital femenina “es una de las formas de violencia machista más atroces que afecta a más de 200 millones de mujeres y niñas en todo el mundo, y que tenemos la obligación de prevenir e intervenir”. Se hará, en el caso de Castilla-La Mancha, en la futura Ley contra la Violencia de Género, cuyo trámite legislativo está a punto de finalizar. Lo ha dicho Mercedes Márquez, directora provincial del Instituto de la Mujer de Castill-La Mancha en Albacete, durante la clausura de un curso que la ONG Médicos del Mundo que tiene como objetivo identificar "a las posible víctimas" para evitar que se les llegue a mutilar.
Se puede prevenir con herramientas como el protocolo para la prevención de la mutilación genital femenina impulsado en Castilla-La Mancha porque contempla la detección de esas niñas y mujeres que pueden sufrir una mutilación cuando viajan a sus países de origen en periodo de vacaciones. El protocolo tiene como herramienta un modelo de compromiso que la familia a través de la firma de un documento por el que se comprometen, una vez de vuelta en España, a llevar a esa niña al médico para que le haga un chequeo y se compruebe que no se la ha mutilado. "Es una sujeción legal que, a su vez, sirve de gesto disuasorio", explica la vicepresidenta de la ONG, Médicos del Mundo, Idoia Ugarte , que asegura que "muchas familias lo agradecen porque, sin estar de acuerdo con la mutilación, reciben presiones en el país de origen". Con este documento en la mano tienen el argumento para disuadir a las familias en el país de origen.
Este documento, el protocolo, aprobado en septiembre del pasado año 2017 proporciona a las y los profesionales de los servicios sociales de Atención Primaria, del ámbito sanitario, en el sistema educativo, Centros de la Mujer, y recursos de acogida, sensibilización, información y formación necesaria para actuar en situaciones de riesgo; articular un sistema de intervención integral sobre la población de riesgo en las comunidades que realizan estas prácticas; así como mitigar los efectos de la mutilación genital femenina en las mujeres que ya han sido víctimas.
1400 posibles víctimas en la región
Actualmente hay 1400 mujeres y 500 niñas migrantes que viven en Castilla-La Mancha que son posible víctimas de la mutilación genital femenina ya que pueden volver a sus países de origen. Están, tal y como ha apuntado Mercedes Márquez, "en núcleos poblaciones de Toledo, Guadalajara y Albacete”.
En el caso de la provincia de Albacete, según un estudio realizado por la Universidad de Alcalá de Henares, hay cerca de 220 mujeres en riesgo en Albacete, y 70 niñas, procedentes de países como Nigeria, Camerún, Senegal, Mali, Guinea, Ghana, Costa de Marfil, Níger, Yemen o Somalia, además de otros estados en África y el continente asiático.