Enrique Redel: "Es más divertido coger los billetes y tirarlos al río y verlos bajar; así por lo menos te diviertes"
El editor de Impedimenta, Enrrique Redel, ha visitado la Librería Nemo, para dar a conocer su faceta de editor, pero también para que el consumidor final del libro conozca cuál es el proceso que hay detrás de cada uno de estos elaborados y cuidados libros. Además Enrique Redel ha explicado que para las editoriales pequeñas estamos en una época de esplendor.
Impedimenta, ha cumplido ocho años de vida, ha ganado premios, ha editado imposibles y sigue creciendo. Impedimenta lleva hasta en el logotipo, una "I", tipografía Roman, la esencia de lo que es. La palabra impedimenta "deriva de una filosofía por mi parte en la que afirmo que los libros no solamente son textos e historias o mensaje sino que demás, el libro es un artefacto bien hecho y bello, que se pueda guardar", explica Redel que reconoce que "son libros que compras para usar y guardar".
El nombre de la editorial Impedimenta es la mochila que usaban en la batalla a los soldados romanos. Tenían que llevarla porque aunque pesaba mucho no podían tirar nada ya que si tiraban algo era muy posible que muriesen en la batalla. Impedimenta es una metáfora esa mochila que es la literatura, que a veces pesa, y que te acompaña en la batalla de la vida.
Un modelo editorial es el libro de "usar y guardar"
Con ese planteamiento Redel explica que "la crisis afecta a los que no son lectores de verdad, los lectores de verdad siguen comprando libros, nosotros no hemos bajado ventas, pero ni yo ni las editoriales de nuestro estilo, los que si que bajan ventas son los best seller". Según los datos parece ser que está perdiendo ventas el libro de entretenimiento frente al libro un poco más contemporáneo. En ese hueco editorial se instalan numerosas editoriales, algunas de ellas de nuevo cuño que no solo sobreviven sino que satisfacen una demanda minoritaria pero muy sólida en el mercado actual. "Los best seller son libros que se compran para pasar el rato, y para estas editoriales hay un problema, porque ahora para pasar el rato hay otras modas, hay series buenísimas", afirma el editor de Impedimenta.
En contra del manido mensaje de que la crisis se está llevando por delante las industrias culturales, este editor lo niega "nosotros competimos en un mercado en el que libro es el rey y tienes que hacer buenos libros para seguir vendiendo", y si cumples, hay público. Pero también hay que ser un editor hábil. "El truco del editor está en saber cual es tu medida y cual es tu público y nunca perder la cabeza", sabiendo eso y sabiendo que "cada libro tiene su público" una editorial puede crecer en plena crisis. El consumidor actual es un consumidor informado que disfruta de la lectura y eso obliga a los editores a sacar libros buenos y trabajados.
Editar es tan caro y las modas pasan tan rápido que "para un editor la moda es una quiebra". Redel explica que "cada editor tiene que saber quien son sus lectores" y bromea con la dificultad en el mundo editorial: "Una de las cosas más caras que hay en el mundo es hacer libros. Es más divertido coger los billetes y tirarlos al río y verlos bajar; así por lo menos te diviertes".
Los editores demuestran que el libro es una industria con salud, "seguimos siendo la primera industria cultural del España, más que el cine, ojo no sé si más que los videojuegos, pero en realidad tampoco sé si un videojuego puede considerarse una industria cultural o es otra cosa", afirma Redel quien añade: "Ahora hay un momento dorado para escritura y la expresión", prueba de ello es el crecimiento de Impedintena: "Nosotros estamos creciendo una media de un 15 o un 20 por ciento al año".
Contra los apocalípticos, este joven editor afirma: "Llevamos doscientos años escuchando que el libro va a morir y aquí estamos. las editoriales pequeñas aguantan", y lejos de el convencionalismo y mensajes derrotistas reconoce que "es una edad dorada para las editoriales, nos conocemos entre nosotros y competimos sanamente, y hacemos el tipo de libro que queremos" y además añade "yo solo edito lo que me da la gana".
Ironías, se escribe más que se lee
La industria considera escritor a aquel que lee más de un libro al mes y se considera a un escritor a aquel que participa en talleres, manda manuscritos a las editoriales, participa en concursos. Pues bien, hay unos 50.000 escritores, "y son cifras pesimistas porque no todos los escritores participan en actos", afirma Redel. "Sin embargo gente que lea un libro al mes hay en torno a unos 20.000 en toda España".