Los cuchilleros de Albacete vuelven de Bruselas con buenas sensaciones. “Hemos conseguido meter presión con nuestro presidente para defender la artesanía en general de Castilla-a Mancha y poner al sector de la cuchillería en punta de lanza”. Es el balance que hace el todavía presidente del la Asociación de cuchilleros y afines de Albacete, Juan Andrés Barbero tras la vuelta del viaje a Bruselas.
El objetivo es conseguir la creación de la figura de IGP, Indicación Geográfica Protegida, para productos no agroalimentarios, una figura que a día de hoy no existe en la Unión Europea. De ahí la importancia de este viaje en el que, tanto gobierno de Castilla-La Mancha, como cuchilleros albaceteños, han conseguido que su petición se cuele en la agenda del organismo europeo “para establecerlo como una prioridad”, explica Nacho Hernando, portavoz del gobierno de Castilla-La Mancha. Ahora se abre un periodo de consulta donde les queda por decidir qué método y de que forma se puede abordar la creación de las Indicaciones Geográficas Protegidas no alimentarias, pero todo apunta a que el horizonte, pese a la prioridad, está más allá del 2018.
“Europa tiene el sentimiento de autenticidad, el no engañar a la gente y que la gente sepa que si esta comprando un cuchillo de Albacete esta hecho en Albacete. Entendemos que uno de nuestros valores capitales tiene que ser la autenticidad y la verdad”, aludía Hernando refiriéndose a la artesanía castellano manchega y la elaboración de los cuchillos albaceteños.
¿Para qué sirve la IGP?
De acuerdo con la normativa de la Unión Europea, se protege la indicación geográfica protegida (IGP) si el vínculo del nombre del producto con el medio geográfico sigue presente en al menos una de las etapas de la producción, de la transformación o de la elaboración. Además, el producto puede beneficiarse de la buena reputación de la región geográfica y viceversa.
Que finalmente la Unión Europea cree la IGP no alimentaria y que la cuchillería albaceteña la consiga serviría, en primero lugar, para evitar la pérdida de puestos de trabajo en el sector que ha quedado en menos de la mitad, de 2000 mil trabajadores hace una década ha pasado a menos de mil en la actualidad, por la competencia desleal que llega desde fuera de las fronteras.
Bien de Interés Cultural
La de la IGP no es la única figura por la que lucha la cuchillería albaceteña para proteger al sector. A esta solicitud suman otra, en el ámbito regional, y es que quieren que la navaja albaceteña sea Bien de Interés Cultural. Una declaración que, según el protavoz del gobierno de Castilla-La Mancha, Nacho Hernando, no tardará en llegar y que ayudará ” a la creación de empleo en el sector”.
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