A principios de año, ‘ConBici’, coordinadora en Defensa de la Bicicleta que reúne a más de 70 asociaciones locales de ciclistas urbanos, ha iniciado un proyecto pionero de ciencia ciudadana. Miembros de la asociación ‘CURBA Albacete’ están midiendo los niveles de las partículas de PM2,5 micras en tiempo real mientras pedalean, en tramos habituales junto a otras 13 ciudades españolas. En Castilla-La Mancha solo se encuentra adherido a este proyecto Albacete, una de las ciudades más pequeñas de esta iniciativa.
Un proyecto de ciencia ciudadana que tiene como objetivo pedalear con aire limpio. “Un grupo de cada una de las 14 ciudades que participamos en la iniciativa tiene como misión medir a través de un dispositivo, calibrado, valorado y certificado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Se trata de reunir datos durante todo el 2022 mientras hacemos nuestras tareas diarias como ir al trabajo, ocio, compras entre otros”, explica Paco Pérez, presidente y coordinador de la asociación de Ciclistas Urbanos de Albacete ‘CURBA’.
Una iniciativa ciudadana que mide las emisiones de las partículas PM2,5 micras que son las referentes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) “como las más dañinas para el ser humano. Somos ocho voluntarios en Albacete donde hemos elaborado una planificación para ir en horas punta y horas valle en días laborables y festivos por todos los lugares de la ciudad. Además, de por vías, por calzadas, entradas y salidas de Albacete, rotondas, parques, alrededor de centros educativos o centros médicos. Nos bajamos de la bici y lo que haga falta por tener datos de todos los ambientes. Todo para que las mediciones nos reflejen un mapa lo más completo posible de que aire estamos respirando en Albacete”, añade Paco.
Es así como las asociaciones ciclistas de cada una de las ciudades seleccionadas están conociendo el aire que se respira. Todo ello para saber de qué dependen los niveles contaminantes atmosféricos que hay en el ambiente y si los niveles alcanzados son perjudiciales para la salud. Todos los resultados se encuentran en abierto en una aplicación que después la coordinadora ‘ConBici’ vuelca a su web. www.cyclingwithcleanair.conbici.org.
Un proyecto que busca concienciar a la sociedad de la problemática de la calidad del aire que se respira. Un tema importante que tiene que conocer la ciudadanía para implementar hábitos en las rutinas diarias que disminuyan la contaminación atmosférica. “Lo que nos hace falta es bajarnos de los coches, que caminemos, que cojamos la bici y el transporte público siempre que se pueda. Seamos una ciudad en la que se pueda vivir, una ciudad cuidadora y educadora”, señala el coordinador.
Albacete registra índices superiores a los recomendados por la OMS
“Por desgracia, lo que imaginábamos se está reflejando en las mediciones. Es decir, Albacete por tener alrededor de 173.000 habitantes no debería tener una calidad de aire con tanta contaminación como estamos encontrando. Con referencia a los valores que la OMS ha publicado que son peligrosos para la salud o beneficiosos a través de cuatro franjas de rojo a verde. Nos encontramos que, en los recorridos, quitando algunos fines de semana y horas como a media mañana o media tarde, son de media dañinas para la salud”, explica el coordinador.
Durante las primeras mediciones en Albacete, el voluntariado de ‘CURBA’ ha detectado valores medios de partículas PM2.5 superiores a 31 micras en dos ocasiones, lo cual supone multiplicar por 6 la cantidad máxima anual recomendada por la Organización Mundial de la Salud. Además, el coordinador destaca que entre estas partículas se detecta el polvo en suspensión sahariano. Ese polvo no tiene un origen humano si no es por la propia dinámica de los vientos en el planeta. “Si a eso le añadimos que el 60% de las partículas PM2.5 sí que son producidas por el ser humano a través de los humos de los coches, todo suma. Esto nos lleva a una calidad del aire que no nos merecemos”, dice. Hay que tener en cuenta que el medidor va a una altura de una bicicleta por lo que es esa medida la que toma, Paco añade que en este caso son los niños y niñas, al igual que personas mayores son las que más lo sufren.
En este sentido, las estaciones fijas que por ejemplo tiene puestas la ciudad de Albacete están a una altura de tres metros. Evidentemente, “los humos de los vehículos cuando superan esos tres metros se han disuelto más con el resto del aire. Pero es que los niños y niñas no respiran a tres metros de altura y hay que tener en cuenta que es el sector de la población más sensible”, añade.
Paco Pérez, voluntario de la iniciativa destaca la contaminación registrada en el inicio de la calle Carretera de Jaén, en la calle de Hellín en la Avenida Ramón Menéndez Vidal con valores pico que alcanzaron las 55 micras en hora punta y que afectan a la salud de los colectivos vulnerables y de la población en general.
En consecuencia, para la Coordinadora del Área de Salud de ‘ConBici’, la doctora Marian Sintes, indica que resulta preocupante la calidad del aire en Albacete registrada en estas primeras mediciones. “Una ciudad de 173.000 habitantes no debería tener unos niveles tan elevados de contaminación por partículas PM2.5 como tiene Albacete”.
Dentro del proyecto ‘Cycling with Clean Air’, la coordinadora ‘ConBici’ medirá la calidad del aire en las 14 ciudades de toda España durante 13 meses. Está previsto solicitar información al Ayuntamiento de Albacete para examinar su Zona de Bajas Emisiones (ZBE) y las medidas que plantee para la mejorar de la calidad del aire, junto con aquellas medidas destinadas a favorecer aquellos medios de movilidad no contaminantes y saludables como es la bicicleta. Además, el consistorio al ser la administración pública más cercana al ciudadano es la que tomará medidas por lo que “nuestras mediciones complementaran las que ya tienen. De esta forma se podrá llevar a cabo un diagnóstico para diseñar un plan de bajas emisiones”, apunta Paco.
“La bicicleta es la mejora de la calidad del aire”
Las personas que caminan y van en bici no emiten contaminación y son por tanto desplazamientos de 0 emisiones que deben ser considerados como prioritarios en las zonas de bajas emisiones. Estas zonas, además de restringir los desplazamientos en vehículos a motor de combustión, deben garantizar la promoción de la movilidad activa y segura a pie y en bicicleta y el transporte público de manera prioritaria y decidida.
Las asociaciones ciclistas reclaman junto con el resto de las organizaciones medidas que garanticen la ciclabilidad fácil y segura en las ciudades. “Solo así se podrá conseguir una mejora de la calidad del aire consistente y duradera que proteja la salud de la población y evite el coste económico y social de las enfermedades y mortalidad prematura que produce la contaminación atmosférica”, comunican desde la coordinadora ‘ConBici’.
La implantación de las zonas de bajas emisiones (ZBE) en las ciudades a partir de 2023
A partir de 2023, la ley de cambio climático y transición energética que entró en vigor en mayo de 2021, exige a los municipios españoles de más de 50.000 habitantes la implantación de Zonas de Bajas Emisiones. Aquí entraría la ciudad de Albacete, por lo que a partir del 1 de enero del próximo año “tendremos en nuestros vehículos las etiquetas para poder acceder a determinadas zonas con nuestros vehículos”, cuenta Pérez.
Las ZBE serán zonas delimitadas dentro de las urbes donde se restringe el tráfico ya sea en cuanto a circulación, acceso o aparcamiento en base a la clasificación medioambiental, es decir, discriminando por la etiqueta de la DGT. En el caso de la contaminación por PM2,5, los vehículos eléctricos emiten cantidades similares de PM2,5 a los vehículos de combustión, por lo que solo la reducción drástica del número total de coches que circulen será efectiva para conseguir mejorar la calidad del aire. No existe un marco legislativo común para aplicar en las ZBE y no hay obligación de priorizar decididamente los trayectos a pie o en bicicleta. Para ‘ConBici’ esta omisión es incomprensible porque el desplazamiento activo tiene una etiqueta de 0 emisiones.