Un programador informático de Ciudad Real ha diseñado, con mucho humor, varios mapas la región que la dividen según sus particularidades
“Estos mapas enseñan que tenemos una región con muchos matices, que no todo son molinos y quijotes”, explica
El clima, los productos alimentarios, la despoblación, el tipo de votantes o la forma de hablar son algunos de los criterios que ha utilizado
Ocho versiones diferentes de Castilla-La Mancha son las que Juan Alberto, @s7age en Twitter y programador informático de 31 años, ha convertido en virales en tan solo unos pocos días. Se trata de varios mapas de esta comunidad autónoma en las que aparece dividida de varias formas diferentes y en función de varios criterios, todos con mucho humor. Toda la información es en inglés bajo el título “Ocho maneras de dividir Castilla-La mancha” y tiene el objetivo principal de abordar con mucho ingenio algunas de las particularidades de esta región. Su autor, natural de Santa Cruz de Mudela (Ciudad Real) pero que ha residido en Alcázar de San Juan y Albacete, colgó la composición en Twitter y se ha convertido en todo un fenómeno a nivel nacional.
En el mapa puede observarse cómo algunas de las divisiones tienen que ver, por ejemplo, con el territorio que históricamente se ha considerado como “La Mancha” y aquel que no lo es; con la parte que es un secarral y aquella que es “less (menos) secarral”; con aquellas zonas donde se vota al PP (que tradicionalmente gana siempre las elecciones generales en esta región) y otras en las que hay “votantes del PP que votan al PSOE”; o con aquellos núcleos donde se concentra una mayor población, en comparación con el resto, que el autor define con mucha guasa como “here be dragons” ("aquí hay dragones"), una expresión que se utiliza para referirse a territorios inexplorados.
Otro de los mapas se estructura en torno a las referencias al independentismo y ubica zonas en los “Països Madrilenys” (los más cercanos a Madrid) o en los “Països Murcians” (los más cercanos a Murcia) y una zona en círculo, la correspondiente a Caudete (Albacete), donde “we don’t even know what we are LOL” ("ni siquiera sabemos lo que somos" - Risas). El resto de la región, en esta última división, queda reflejado como ‘rednecks’ (expresión estadounidense que puede referirse a campesinos y cuya traslación aquí sería como la España "profunda"). El clima también es protagonista de otro de los mapas: Castilla-La Mancha se divide entre un clima agradable, la parte correspondiente a Tatooine (semi-desértica, en referencia a Star Wars), otra como Winterfell (la Invernalia de ‘Juego de Tronos) y una última en la que “cualquier elección de ropa tendrá el cien por cien de posibilidades de fallar”.
De los Monty Python a José Mota
Lo ha elaborado en inglés para mantener el espíritu de las series originales y porque le hacía mucha gracia pensar en los Monty Python (grupo británico de humoristas) explicando a los ingleses cómo es Castilla-La Mancha. También se acordó del cómico José Mota cuando hace algún "sketch" en inglés y mete alguna "manchegada intraducible”. De cualquier forma, destaca que estos mapas tienen el propósito de “resaltar desigualdades o estereotipos, pero también muestran diversidad”. “Nunca he pretendido ofender a nadie porque soy el primero que se ríe de sí mismo con estos mapas. Enseñan que tenemos una región con muchos matices, que no todo son molinos y quijotes y que no solo nos hacemos a nosotros mismos sino que quienes nos rodean también forman parte de lo que somos”.
No en vano, Juan Alberto conoce muy bien región y su “historia”, así entre comillas. Le gustaría que cuando alguien de fuera pensara en Castilla-La Mancha recordara la catedral de Toledo, el Palacio del Infantado de Guadalajara, el conjunto histórico-artístico de Cuenca o las Hoces del Cabriel, entre otras muchas cosas, “porque tenemos mucho que ofrecer”. Pero también incide en que esta región “la crearon de una forma extraña, sin preguntar y casi a retales, y apenas ha salido el debate”.
Con ello, también ha aprovechado para quitarle hierro al debate sobre el independentismo catalán y a las “guerras avivadas por burguesías de uno y otro sitio” y "tomar un poquito más de conciencia por el entorno próximo, el que más tenemos a mano”. “Reírnos de nosotros para poder juntarnos a conocernos también es hacer comunidad (…) Si he conseguido arrancar una sonrisa y que alguien se interese por esta tierra entonces ha valido la pena”, concluye.