Infectados camino al laboratorio es la actividad, dentro del pasaje del terror, que la Asociación de Jóvenes de Ayna desarrolla estos días con motivo de la Festividad de Todos los Santos. Por séptimo año el colectivo juvenil convierte el municipio en un escenario "para morirse de miedo", tal y como asegura Alejandro García y lo hace con una apuesta novedosa, alejada de los temas más recurrentes en estas fechas y relacionados con espíritus o el más allá. En esta ocasión recrean, en el interior de un local municipal, un laboratorio "en el que se está estudiando el virus", explica Alejandro García. Este virus apocalíptico que ataca el cerebro y el sistema nervioso de la raza humana convirtiendo a las personas en unos auténticos caníbales es el hilo conductor de la actividad en la que hasta una veintena de actores amateur participan. Así, en el interior de ese laboratorio una chica, infectada por el virus, "está siendo examinada". Justo cuando los visitantes están en plena actividad la chica se escapa y en su huída muerde a cuanto se cruza por el camino.
Para recrear esta actividad además han añadido al local un escenario exterior, en plena plaza del municipio varias carpas hacen de "zona cero" o perímetro de seguridad al que hay que acceder ataviado con trajes y máscaras para evitar la contaminación.
Esta experiencia terrorífica es obra del colectivo juvenil que se vuelca cada año en organizar pasajes del terror como el de esta edición del que, a lo largo del pasado fin de semana, han disfrutado ya 300 personas, entre vecinos de Ayna y visitantes llegados de otros puntos de la geografía española. La próxima cita será el viernes y sábado, 3 y 4 de noviembre.