Ese informe mostraba, tal y como aseguraba el hidrogeólogo Francisco Turrión, que “Murcia puede ser perfectamente autosuficiente con el agua subterránea y no necesitar el trasvase nunca más”

Batería de pozos de agua subterránea en Tobarra, en primer plano tubería que sirve para medir el nivel del agua (piezómetro). FOTO: Greenpeace.
Hace dos meses Greenpeace presentaba el informe ‘La trama del agua en la cuenca del Segura, diez años después”, en el que denuncian diversas irregularidades en la gestión hídrica de la zona. Ese informe mostraba, tal y como aseguraba el hidrogeólogo Francisco Turrión, que “Murcia puede ser perfectamente autosuficiente con el agua subterránea y no necesitar el trasvase nunca más”. ¿Cómo? Usando las aguas subterráneas que según Greenpeace no se están contabilizando "y se está perdiendo muchísimo caudal, tanto es así que los datos nos hacen sospechar que podría ser hasta 15 veces superior”, explica Julio Barea, responsable de la campaña de aguas de Greenpeace. En definitiva, el informa mostraba que se han ignorado los acuíferos por debajo de la tierra de manera "sistemática en los planes hidrológicos.
Ahora, un grupo de 25 expertos, vinculados en su mayoría a la Confederación Hidrográfica del Segura, ha remitido una carta a Greenpeace tratando de desmontar este argumento. La misiva, que consta de seis puntos argumentales, tiene por objetivo, tal y como explica , "clarificar ante la opinión pública los graves errores técnicos hidrogeológicos que contiene el informe (de Greenpeace)". Entre otras cosas la carta dice "en ningún caso es técnicamente razonable suponer que pueda existir en la demarcación hidrográfica del Segura una nueva fuente no conocida de recursos abundantes y aprovechables procedentes de estos niveles" e insisten en que las aguas subterráneas de la cuenca "son aguas en general no renovables o con muy baja tasa de renovación, a muy grandes profundidades y con condiciones de calidad deficientes por su elevada salinidad". Es decir, que la poca capacidad de renovación provocaría un agotamiento, en poco tiempo, del agua subterránea y que los niveles de calidad de ésta no son óptimos.
Además tildan de "incuestionable" la situación de sobreexplotación de los acuíferos "que refleja la realidad de una cuenca actualmente deficitaria, y cuyo déficit no puede ser cubierto exclusivamente con los recursos naturales, superficiales y subterráneos, propios de la cuenca".
El informe Greenpeace baraja también la posibilidad de crear un flujo subterráneo que conectara la cabecera de la cuenca y el mar. El informe también descarta esta opción, porque la causa principal de la existencia de 200 acuíferos es "la intensa compartimentación tectónica que se da en la demarcación del Segura limitados en general por barreras impermeables laterales que impiden que sus aguas no solamente no accedan subterráneamente al mar, sino que incluso lo hagan en muchos casos a los existentes en sus proximidades".
Una carta "política" y "que no aporta nada"
La misiva que tiene como destinatarios a los miembros de Greenpeace y su informe sobre la "trama" del Segura no ha gusto, como cabía esperar. Para Julio Barea, responsable de la campaña de aguas de Greenpeace, la carta "no aporta ni un sólo dato técnico, científico, nada", e insiste en que se trata de "sólo una carta política de 20 personas que prácticamente la mayoria de ellas o han trabajado o trabajan o han tenido relación directa con la Confederación Hidrográfica del Segura". Aún así, el responsable de aguas de Greenpeace asegura que entre los firmantes "hay algunas honrosas escepciones de magníficos investigadores y profesores a los que seguramente no les han dado la información correcta”.
Barea recuerda que el Plan de Cuenca del Segura está recurrido ante el Tribunal Supremo porque presenta irregularidades tales como que los datos de precipitaciones recogidos no responden a la Agencia Estatal de Meteorología, y que "los niveles piezométricos están mal medidos porque están tomados al lado de los pozos que están constantemente bombeando". Esto, dice Barea, hace que se genere una depresión del nivel piezométrico "que falsea la medida". En definitiva, tilda el Plan de Cuenca de "despropósito" y asegura que está redactado con el objetivo de "decir que la cuenca es deficitaria y que hace falta el trasvase del Ebro, del Tajo y de Marte si se pudiera conectar con una tubería".
La carta llega apenas 48 horas antes de que los regantes de la cabecera del Segura, en la provincia de Albacete, protesten por el "expolio" de recursos para beneficiar a los regantes de la zona de Murcia. El detonante ha sido la aprobación, por parte del Gobierno Central, de la puesta en marcha de los pozos de sequía que trasvasarán agua desde el término municipal de Hellín hasta Murcia.