Después de meses como voluntario en Grecia, trabajando con los refugiados que huyen de las guerras de Siria e Irak, Fernando Bermúdez recogió sus gritos, sus pensamientos y conversaciones en el único país de Europa que les abre las fronteras. "Nos encontramos un drama", dice el voluntario y escritor de El Grito de los refugiados. Un drama porque "se han quedado en la nada con familiares muertos, amigos muertos, sus casas destruidas o tomadas por el Estado Islámico y tuvieron que salir con lo puesto, huyendo del horror y se encontraron con el infierno. Pensaban encontrarse con una Europa acogedora pero se encontraron con las fronteras cerradas.", añade Bermúdez.
Esta vivencia, recogida en las páginas de su libro que presentaba este miércoles por la tarde en el Ateneo Albacetense, ofrece un retrato completo de la realidad que se vive en Grecia, en esos campos de refugiados que se levantan en el país y en las que los refugiados viven en tiendas de campaña a merced del clima.
Comunicación por encima de las barreras del idioma
"Los refugiados tenían necesidad de hablar. Estuve una tarde entera hablando con un kurdo, cada uno en su idioma nos entendíamos. Había una comunicación del corazón que para mí fue una experiencia única, señala Bermúdez. Esas experiencias de la gente, sus testimonios, qué piensan, cómo se sienten, cómo vivían, cómo salieron y por qué se contempla en este libro cuya portada está hecha por uno de esos refugiados y donde se muestra la muerte de Aylan que conmovió al mundo entero.