El pabellón del parque abrió sus puertas el jueves para los aficionados del Bueno Arenas Albacete Basket. Un partido aplazado hizo escapar de la rutina a los apasionados del baloncesto para vivir el duelo entre Zentro Basket y Albacete. El equipo madrileño llegó a templo albaceteño con intención de ofrecer una cara nueva tras la derrota contra Valencia. Los verdinegros ganaron el encuentro frente a CB Mollet y recuperaron las bajas de Gerard Blat y Juanjo Santana, pero ni Víctor Ruíz ni Víctor Moreno se sumaron al banquillo del Albacete.
Una semana de incertidumbre daba paso al partido. Los de David Varela sufrieron las consecuencias de las bajas recientes y la plantilla reducida. Un comienzo inusual con poco acierto en el tiro y pérdidas de balón. Para el conjunto madrileño fue a la inversa, ataques fáciles y cómodos que les permitieron anotar y sacar cierta ventaja. La superioridad de centímetros en la pista fue un comedero de cabeza para el técnico albaceteño y sus jugadores que no se acoplaban bien en la defensa. Los primeros diez minutos Zentro Basket demostró estar más concentrado con un resultado de 19-25.
El baile de uno contra uno se convirtió en una bachata conforme pasaban los minutos. El contacto en el rebote y las acciones en la pintura estaba presente continuamente. Imprescindible el papel de Oliver Bieshaar, John Carroll y Juanjo Santana en la remontada del segundo cuarto. El espectáculo del «Gran mago Blat» y Moreton daban la vuelta al marcador. Zentro Basket no se lo puso nada fácil al conjunto local en estos minutos con una defensa impenetrable. Sonó la bocina del luminoso y ambos equipos se marcharon al vestuario bajo los cánticos de los aficionados albaceteños, 43-40.
El Bueno Arenas continúa plantando cara al 2022 con cuatro victorias y cero derrotas. Es momento de descanso y recuperación. Una breve pausa para recuperar jugadores y poder disfrutar de la plantilla al completo. El próximo partido será contra El Ventero CB Villarrobledo donde esperamos volver a ver a Víctor Ruíz y Víctor Moreno con las zapatillas puestas.
Se reanudó el partido tras la ya “famosa” charla de Varela a sus jugadores. Pero esta vez no fue tan efectiva como de costumbre. Buenos minutos iniciales pero los errores castigaron duramente al Albacete Basket. Volvió la racha de fallos acompañada de pérdidas de balón. La dura defensa de los rivales no ayudó a los jugadores verdinegros. Los madrileños supieron llevar el partido al punto que querían. Subieron el nivel de tensión en la pista y el contacto, además de mejorar su ritmo de anotación con un 54-58.
Después de 30 minutos el cansancio comenzó a llamar a las piernas de los jugadores y la tensión por conseguir la victoria aumentaba. La balanza no se decantaba por un favorito, pero un jugador supo mantener la cabeza fría y dirigir a su equipo hacia la victoria. El base madrileño Jorge Mejías cogió la batuta del partido. Cada uno de los jugadores sobre el parqué, tanto en la pista como en el banquillo, incluso desde casa hicieron un esfuerzo admirable durante los últimos minutos para volver a revolucionar el pabellón con una victoria por dos puntos, 65-63.