Fue un domingo, el 1 de marzo cuando la consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha declaraba el primer caso de coronavirus en la región. Se trataba de un hombre en la provincia de Guadalajara, de 62 años y con patologías previas. El 27 de este mes, seguía hospitalizado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital alcarreño. Así comenzó una carrera para frenar una pandemia global, que analizamos desde una perspectiva regional.
El 4 de marzo se detectaba un caso también llamativo en la región: dos menores, también de Guadalajara y relacionados directamente con el primer afectado, daban positivo del virus. Su salud era “excelente” y debieron aislarse en su domicilio. Pocos días después se registraba el primer fallecimiento en la región: se trataba de una mujer de 80 años, de Albacete, provincia en la que también se registraron las primeras dos altas que se certificaron en la región.
La provincia de Cuenca se mantuvo indemne hasta el día 13 de marzo, cuando se reportaron los primeros casos, entre ellos, el de la diputada nacional del PP por la provincia, Beatriz Jiménez. Las altas iban subiendo tímidamente, pero los fallecimientos y los casos positivos también, y a mayor velocidad. El 16 de marzo, la región rompió la barrera de los 500 casos.
Pocos días después surgía una de las grandes polémicas de la pandemia, el de la residencia ‘Elder’ de Tomelloso, en la que se certificaron 15 muertes y más de 30 casos positivos. El Gobierno de Castilla-La Mancha anunció que tomaría medidas contra José Luis Sampedro, director gerente del centro, que compareció ante distintos medios nacionales reclamando falta de ayuda del servicio regional de salud. Los casos en las residencias de mayores pasaron al centro del debate, y la Junta de Comunidades anunció diversas medidas tras el gran número de casos registrados.
El 21 de marzo se superó el centenar de fallecimientos en la región. Pero no todo han sido malas noticias: el 27 de marzo, Castilla-La Mancha celebraba que hubo más altas que fallecimientos y que se desaceleraba así la curva de muertes de pacientes con coronavirus, que a día 30 de marzo supera las 600. También conocíamos la historia de Máxima, una mujer centenaria de Albacete que fue dada de alta. También entonces se declaraba que se había alcanzado el pico de casos. El 28 de marzo, el servicio sanitario regional celebraba también que en sólo un día se había podido extubar a 26 pacientes afectados por la pandemia.
Sin embargo, todavía hay unos 2.000 trabajadores sanitarios aislados por el virus.