©Juan Ramón Moscad. Economista
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La escalada terrorista yihadista se está extendiendo por toda Europa (además de en países africanos y otros continentes), constatada por la cantidad de atentados que se están produciendo en muchos países, las desactivaciones de células y detectados muchos musulmanes y ciudadanos de los propios países, que se dedican a fomentar y a animar a jóvenes (sean musulmanes o no) a dedicarse a la yihad y radicalizarse, aleccionándolos, ya que morir en esta lucha les hará entrar en el paraíso como verdaderos héroes. Les ayudan a irse donde están los terroristas para que se preparen y luego vuelvan para cometer los atentados.
El aumento del número de efectivos de los cuerpos policiales dedicados a esta lucha antiyihadista va en aumento pero, aun así, los mismos mandos no paran de pedir que se aumenten los cuerpos con nuevo personal para que se les forme para este objetivo.
Pero ante los ataques islamistas que van en aumento, ¿la solución sólo está en controlarlos, detectarlos, encarcelarlos o matarlos en caso de que su actuación atente contra la vida de las personas? ¿la solución está en poner bolardos a la entrada de las calles muy transitadas en las ciudades? ¿La solución está en obligar a los detectados preparando algún atentado a que vivan en un barrio de una gran ciudad para tenerlos controlados?
Pues seguramente no, porque el tipo de atentados va cambiando con el tiempo; y son distintos casi todos los atentados: el de las torres gemelas (11-S) en NYC, el de Atocha (11-M) en Madrid, el del semanario satírico francés de París (Charlie Hebdo), el de la maratón de Boston en EEUU, los del estadio de fútbol y la discoteca de París, el del camión de Niza (parecido al de las Ramblas de Barcelona), Cambrils y Alcanar en Cataluña, etc., todos son diferentes, lo que demuestra los distintos tipos de ataques terroristas que se van a ir gestando. Y el daño que se puede producir en todos nuestros monumentos, edificios emblemáticos, instalaciones industriales, puentes, etc., si dejamos a un lado las muertes y los asesinatos de personas.
La lucha contra el yihadismo ha llevado a la detención de 645 personas en España y 61 en el exterior desde los atentados del 11 de marzo de 2004, lo que supone que nuestro país se convierta en un referente en la lucha contra el terrorismo yihadista. El número de detenidos en España vinculados al terrorismo yihadista se sitúa, hasta la fecha, en 42 personas con un total de 20 operaciones llevadas a cabo por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en 2016, algunas de ellas realizadas en coordinación con sus homólogos de Alemania, Bélgica, Francia y Marruecos. La mayoría de detenidos están relacionados con actividades de financiación, captación, radicalización, adoctrinamiento o envío de combatientes para su integración en organizaciones terroristas yihadistas, filiales de Al Qaeda o del Daesh… Esto se dice en el comienzo del artículo “España: un referente en la lucha contra el terrorismo yihadista” del Departamento de Seguridad Nacional del Ministerio del Interior.
En cuanto al control del movimiento de personas entre países, nació el PNR (Passenger Name Record), después de los atentados en Francia, es la medida estrella de la nueva política de seguridad frente a la amenaza yihadista. El PNR —siglas en inglés del Registro de Datos de Pasajeros Aéreos— es un histórico de la actividad de cada persona que vuela en la que aparecen además de sus datos de afiliación otros interesantes para la policía como la numeración de la tarjeta de crédito que ha utilizado para comprar el billete, cómo lo ha adquirido, por internet o en una oficina comercial… Países como Estados Unidos obligan a las compañías aéreas a entregar sus listas de pasajeros para que puedan ser cotejadas con las listas de sospechosos de las agencias federales de seguridad y detectar así la llegada a su suelo de personas potencialmente peligrosas… Los gobiernos de los países más afectados por la amenaza yihadista, entre ellos Francia, Italia y España, esperan que más pronto que tarde el Parlamento Europeo desbloquee la aplicación del PNR comunitario para poder identificar a los terroristas internacionales antes de que lleguen a nuestro suelo… (Según se dice en el artículo de Miguel Ángel Artola de Cambio 16 “Más seguridad y menos privacidad”, donde se analiza con Félix Arteaga, investigador principal de Seguridad y Defensa del Real Instituto Elcano, que los trágicos sucesos de París han propiciado “la oportunidad política” para sacar adelante medidas que estaban guardadas en el cajón y que ahora tienen más posibilidades de ponerse en marcha…)
"Pero uno de los artículos más contundentes sobre la lucha antiterrorista, escrito por Arturo García en La Gaceta, el 30 de agosto de 2017", habla de Richard Kemp, que dice que “Es imposible controlar a 23.000 yihadistas. Hay que comenzar las deportaciones”, cuya primera manifestación sobre él dice: “El jefe de la célula de coordinación antiterrorista del primer ministro británico cree que la Unión Europea ha puesto en marcha una “política de negación” que impide reconocer al enemigo”.
Y dice sobre él:
Richard Kemp tuvo que lidiar de cerca con los terroristas islámicos en Oriente. Al mando de las tropas británicas en Irak, desarrolló una doctrina para prevenir los atentados suicidas que podría ser aplicada por las fuerzas policiales en Europa “sin ningún problema”. Ahora, como jefe del Equipo Cobra, Kemp defiende que es “imposible” controlar los cientos de células terroristas activas en toda Europa y apuesta por el trabajo de Inteligencia para iniciar un proceso de deportaciones administrativas. Se encuentra en España colaborando en el informe sobre yihadismo que prepara el Grupo de Estudios Estratégicos (GEES) y asegura que existen “muchos elementos prácticos” que pueden mejorar la seguridad en nuestro país.
Y ante ciertas preguntas en la entrevista que le hacen contesta:
1) Para la solución, lo primero es “reconocer la naturaleza y el alcance de las amenazas”. La UE ha puesto en marcha una “política de negación”: impide reconocer al enemigo. Somos cómplices y permitido un flujo constante de inmigración de países donde el yihadismo se encuentra muy arraigado. Nuestros políticos son los que dicen que el islam es una religión de paz, pero justo en él se encuentra la base del problema.
2) La primera prioridad debe ser la Inteligencia, distinta a la actual. Hay que ir más allá de la tradicional y deben intervenir los Cuerpos de Seguridad del Estado y también los propios ciudadanos. Un buen sistema para evitar que alguna información relevante se pase por alto. (Podríamos poner el asunto de Alcanar en Tarragona con la advertencia de la jueza).
3) Tomar decisiones en tres campos de acción muy concretos y definidos:
a) Evitar que el problema siga creciendo. Hace falta cerrar la puerta de entrada a aquellas personas relacionadas con grupos yihadistas, especialmente a las que proceden de zonas de conflicto en Oriente Medio.
b) La política de deportaciones debe cambiar y agilizarse para que los gobiernos puedan llevar a cabo expulsiones administrativas.
c) Las detenciones administrativas deben ser legisladas para los casos de personas que, siendo ciudadanas del país, ponen en riesgo la seguridad de los habitantes del mismo.
La seguridad debe primar, en estos momentos de conflicto, sobre el respeto a los Derechos Humanos.
4) El Gob. británico ha incrementado fondos contra el terrorismo, pero no hay dinero suficiente en ninguna parte del mundo para monitorear constantemente a 23.000 personas. Estoy a favor de “la política de deportaciones”. Ayudaría a reducir el número de sospechosos a vigilar. Reino Unido cuenta con un problema añadido, pues ha habido una reducción de los oficiales de Policía que patrullan por las calles y en muchas zonas su presencia es muy reducida. Los agentes no van armados, lo que dificulta mucho las intervenciones, y eso debe cambiar lo antes posible.
5) En Reino Unido también existe este problema, aunque quizás no esté tan acentuado como en Francia o Bélgica. No obstante, aquí tenemos zonas donde la Policía tiene gran dificultad para realizar operaciones. Son partes de la ciudad que están fuera del control del Estado, donde se ha permitido la existencia de juicios islámicos realizados por la corte de la Sharia. Las autoridades se han negado a investigar tramas criminales relacionadas con musulmanes, tal y como ocurrió con la red de abusos sexuales en Rotherham y otras ciudades del país. Mantener una línea dura; no se puede permitir que una parte del territorio sea excluido del sistema legal. El mensaje deber ser contundente: “sólo existe una ley y es igual para todos”.
6) Rechazo que el problema venga de las guerras de Irak y Afganistan por completo. Los atentados del 11 de septiembre sucedieron antes de cualquier intervención. Se trata del clásico argumento que esgrimen todos los terroristas y que gran parte de la opinión pública ha asumido. Todos los países musulmanes están envueltos en cierto tipo de terrorismo interno. En España, tras la retirada de las tropas de Irak, creyeron que había seguridad, pero ya vieron lo que ocurrió en Barcelona. Cada día me asombra más la cantidad de ciudadanos que están dispuestos a creer estas falacias.
7) Corbyn es un político anti-británico, antieuropeo y antioccidental. Su llegada al poder sería un desastre porque odia el sistema actual de Gobierno y cuenta con amigos como Hezbolá o Hamás. Cuando las fuerzas gubernamentales británicas combatían al IRA, siempre se puso del lado de los enemigos. Todos aquellos que quieren promover el yihadismo en el país ven en Corbyn un aliado muy útil, pues entienden que el sistema es débil. Y los diarios llenan sus portadas hablando de la falta de integración de los terroristas o su mala situación económica, pero en muchos atentados los asesinos han sido personas bien colocadas en la sociedad y totalmente adaptadas al Reino Unido. Muchos medios ayudan inconscientemente a hacer creer a muchos musulmanes que el camino que han emprendido no es incorrecto.
8) En Afganistán tuvimos que lidiar con los primeros ataques suicidas y desarrollamos una doctrina bastante básica con la ayuda de Israel, que contaba con gran experiencia en la materia, y del resto de fuerzas de la OTAN. Creo que esa doctrina se podría aplicar perfectamente a la Policía de los distintos estados europeos, pues consiste en identificar al suicida antes de los atentados y disparar a matar, no a herir como hacen en muchos casos los agentes occidentales. Hay un segundo elemento del que debemos ser conscientes. Nosotros trabajamos con un perfil determinado: una franja de población cercana a los 20 años de edad con rasgos árabes.
9) A todos los musulmanes se les adoctrina desde pequeños para odiar a Israel y hay muy pocos que escapen a esta dinámica. Los políticos europeos prefieren hacer la vista gorda ante los ataques a la comunidad judía y lo utilizan como medida de control de la comunidad islámica. Instituciones como la ONU tienen el mismo objetivo y es un acto de irresponsabilidad que sólo puede traer malas consecuencias.
Otros artículos del autor sobre el tema:
1) Queda poco tiempo para que se produzca un nuevo caso de terrorismo en España (sin querer alarmar)