La meteorología al fin da una tregua y se convierte en un componente a favor de las labores de extinción del incendio que se declaraba el pasado yeves en la localidad de Yeste. Este martes la zona amanecía con temperaturas inferiores, más humedad y riesgo de tormenta. De hecho ya llegado a llover entorno al mediodía, aunque eso es, según el consejero de Agricultura y Medioa Ambiente, Francisco Martínez Arroyo, de lo que hay que estar pendientes porque “es probablemente el elemento que más nos complica la planificación y la previsión de cara a esta noche y la jornada de mañana”.
Con este escenario y tras una larga noche luchando contra las llamas las perspectivas del consejero de Agricultura y Medioa Ambiente son optimistas. Las labores de extinción se han desarrollado según lo previsto y dejan buenos datos. El mejor es que el número de superficie afectada por el fuego se ha mantenido como ayer, en 3.200 hectáreas. ni una sola más, pese a que la previsión a última hora de la tarde era que podría llegar a aumentar hasta 7000 si las llamas saltaban un barranco, algo que finalmente no ha llegado a ocurrir. Todo lo contrario: a lo largo de la noche se ha avanzado en la perimetración del contorno en la zona más al este. Para terminar de controlar el perímetro siguen trabajando sobre el terreno y desde el aire más de 400 personas con 10 medios aéreos y cerca de 40 terrestres. Las labores se centran en crear líneas de cortafuegos preventivas, a mano y con maquinaria pesada, que estarán terminadas al finalizar la jornada.
Se mantiene confinamiento en Molinicos
Aunque las perspectivas son buenas, por prudencia, se mantiene el confinamiento en Molinicos para evitar afecciones respiratorias por humo, por lo menos hasta esta misma tarde noche, momento en que la Dirección Técnica de Extinción decida si se levanta la precaución o no, aunque todo será dependiendo de la evolución la jornada. Igual sucede con los desalojados de las pedanías, que aguardan en dependencias del centro estudiante de Yeste y en el propio municipio de Molinicos a los que se suman aquellos que se han realojado en casas de familiares. Han sido un total de 445 personas las que tuvieron que salir de sus casas por la cercanía de las llamas, igual que sucedía con los Scouts de Albacete, que de inmediato fueron desalojados del campamento de Arroyo Frio.