Los datos del INE de sociedades mercantiles publicados este jueves muestran que el 2019 terminó “con 2.768 empresas nuevas en la región”, en relación a 2018, pero “es verdad que se observa una cierta ralentización”.
Así lo ha asegurado la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, durante la presentación del Informe GEM en el campus de Albacete, donde ha añadido que en la provincia el crecimiento es por encima del 8 por ciento pero “también ha aumentado la disolución de empresas”.
En la actualidad, ha continuado la consejera autonómica, en Castilla-La Mancha “hay unas 128.000 empresas” y la cifra ha crecido desde la llegada al Gobierno de Page “en más de 5.000”, pero se está aún lejos de llegar a las 138.000 que había en la región antes de la crisis.
En este sentido, Patricia Franco ha avanzado que se está trabajando en la reedición del Plan de Autoempleo, Creación de Empresas y Emprendimiento en Castilla-La Mancha, y ha informado que “hasta ahora ha dado respuesta a unos 10.000 autónomos y emprendedores en la Comunidad Autónoma, con una inversión de cerca de 25 millones de euros”. Esta reedición saldrá a luz en abril “con el consenso del sector y todos los colectivos”, ha asegurado.
La consejera también ha explicado que el Plan de Autoempleo, Creación de Empresas y Emprendimiento en Castilla-La Mancha contará con algunas novedades que se pusieron en práctica en la pasada edición, en materia de simplificación de la tramitación de las ayudas al inicio de la actividad de los emprendedores, “permitiendo que más de 2.000 emprendedores accedieran a las ayudas del Ejecutivo autonómico en 2019”.
La Tasa de Actividad Emprendedora, por debajo de la media nacional
La presentación del sexto Informe GEM Castilla-La Mancha ha tenido lugar este mañana en Albacete, durante un acto en el que han participado: el rector de la UCLM, Miguel Ángel Collado; la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco; el presidente de Globalcaja, Rafael Torres, y los profesores Juan José Jiménez y Francisco Sáez, director del Informe e investigador, respectivamente.
Según explicó el profesor Jiménez, el estudio presenta los indicadores básicos de la actividad emprendedora en la región, con algunas novedades respecto a las ediciones precedentes en la ampliación el equipo técnico, el formato de la presentación y la información sobre el impacto de los resultados. El informe se sustenta en dos encuestas, una sobre los valores y actitudes de la población adulta y otra que recoge la opinión de expertos sobre el contexto, las condiciones y los factores del entorno relativos a la actividad emprendedora y empresarial. El resultado es el indicador definido como ‘Tasa de Actividad Emprendedora’ (TEA), desagregado en cuatro componentes: emprendimiento potencial, emprendimiento naciente, nuevo emprendimiento y empresa consolidada.
Por su parte, el profesor Sáez dio cuenta de algunos de los resultados del Informe, señalando que la TEA ha decrecido en la región con respecto al año anterior, situándose casi un punto por debajo de la media nacional. “En cualquier caso, estamos en la séptima región en emprendimiento naciente (en proceso de creación o con menos de 42 meses en el mercado), por detrás de Galicia y por delante del País Vasco”. Por otro lado, la tasa de abandono se ha reducido desde 2017, situándose la tasa de abandono efectiva al mismo nivel que la media nacional.
Según explicó, el emprendedor castellano-manchego sigue siendo mayoritariamente un varón, aunque se ha reducido mucho el gap de género, de entre 45 y 54 años y con estudios de Secundaria. En cuanto a la motivación para el emprendimiento, crece el número de emprendedores que crean sus empresas por necesidad, si bien la principal motivación es la identificación de una oportunidad en el mercado.
Por sectores, el de mayor actividad de las nuevas empresas es el de servicios orientados al consumo (54,7 %), seguido del transformador (24%). Destacan por encima de la media nacional las empresas que se crean en sector primario (agricultura y energías renovables). Comparadas con la media nacional, las iniciativas emprendedoras presentan mayor proporción de empresas sin empleados (60,7 %).
Por otro lado, la mayoría son empresas tienen carácter poco innovador, baja intensidad tecnológica y operan en sectores con mucha competencia. Además, un porcentaje muy alto no exporta y en torno a un 85 % no tiene previsto expandirse en los próximos años. Esta es, precisamente, unas de las debilidades sobre las que los autores del Informe GEM quieren llamar la atención de las instituciones y de los medios de comunicación.
Reducir las distancias entre el emprendimiento femenino y el masculino, mejorar la imagen del emprendedor y la cultura emprendedora, son algunas de las recomendaciones que realizan los expertos. También es preciso mejorar la competitividad de las empresas que se crean, para las que se precisa “mayor innovación y mayor capacidad de exportación para reducir la tasa de abandono”.