Aprovechando esta campaña nacional del Día Mundial de la Salud, queremos trasladar a la opinión pública nuestras reflexiones y nuestra apuesta decidida por la vida digna de todas y todos.
Cuando el confinamiento acabe nos encontraremos con una sociedad diezmada por la pandemia y una economía devastada con demasiados parados y paradas. Ante esta situación, habrá dos caminos, la vuelta al austericidio, del que ya sabemos el resultado, incrementando el dolor y el sufrimiento de los más vulnerables en favor de unos pocos, o ahondar en las medidas de protección social y solidaridad de estos momentos No podemos permitir recortes del gasto público, austeridad y precariedad laboral. No queremos la liquidación de los restos del estado del bienestar. Habrá que pelear para que no se instaure la miseria y esclavitud de forma permanente.
Esas recetas las aplicaron muy bien en la anterior crisis, el modelo de salvar a los de arriba y no a los de abajo, que aún estamos padeciendo, no puede volver a imponerse. Es incontestable que millones de trabajadores y trabajadoras aún no se han recuperado, todas y todos estamos sufriendo ahora sus nefastas consecuencias. Una sanidad pública arruinada, escasa de personal, camas y medios, mientras ingentes recursos públicos se derivan a la sanidad privada. Residencias de mayores en manos de multinacionales y fondos buitres de inversión, esos mismos fondos que desahuciaron, y siguen desahuciando a miles de personas de sus casas y son ahora responsables de la muerte de más de 3000 ancianos y ancianas, por las inhumanas condiciones a que su criminal lógica de gestión las ha conducido: Nada, ni la vida, por encima de sus beneficios.
Y esto no sólo aquí, en el Estado español, sino en ese lobby del capital privado que es la Unión Europea y en todo el mundo dominado por el capitalismo salvaje sin fronteras. El desafío que tenemos por delante es de tal magnitud que vamos a necesitar nuevas herramientas para afrontarlo. Esta vez no será suficiente la solidaridad puntual entre diferentes movimientos sociales. Si queremos parar a tiempo sus intenciones vamos a tener que apostar, de una vez por todas, por una alianza permanente entre los damnificados de todas las crisis.
Este 7 de abril es el Día Mundial de la Salud. Una buena referencia para que, ahora desde las redes sociales y mañana desde los espacios públicos recuperados, todas las organizaciones sociales, de todos los pueblos, autonomías y países, reivindiquemos unidas una sanidad 100% pública y de calidad. Hoy, cuando el derecho a la vida está en primer término, este es el objetivo principal: Parar la masacre de la pandemia.
Desde "ALBACETE EN DEFENSA DE LAS PENSIONES PÚBLICAS"(miembro de COESPE) llamamos empezar a construir, entre todos y todas, ese nuevo movimiento global, internacional, unitario y estable.
O lo conseguimos o viviremos de rodillas durante mucho tiempo.
¡Por una Sanidad Pública de calidad, por las Pensiones Públicas, por la Educación Pública de todos y para todos, por los Derechos Sociales y Laborales, por las Libertades! ¡POR LA VIDA!
¡¡UNIDOS VENCEREMOS!!
ALBACETE EN DEFENSA DE LAS PENSIONES PÚBLICAS