José Ramón Fernández es uno de los conductores de la Junta que desde este martes duerme tranquilo por las noches. Él ha puesto nombre y rostro a una problemática que un total de 17 personas han vivido en Albacete desde que el anterior gobierno regional anunciara una decidida reforma y disminución drástica del número de conductores de la Junta a través del Plan de Recursos Humanos al que ayer, definitivamente, el gobierno de Page dió carpetazo.
"Ahora nos podemos dedicar a hacer lo que tenemos que hacer, venir y conducir y no estar pendientes de si vamos a ser ordenanzas, jardinero o cocineros", cuenta Fernández que respira aliviado tras la decisión del primer Consejo de Gobierno del Ejecutivo Autonómico en la presente legislatura. "Este plan de recursos `inhumanos´todavía no sabemos que es lo que pretendía, porque no tenía sentido que redujeran el número de conductores a la mitad y nos recolocasen en otros oficios para los que no estamos formados".
Ninguno de los 17 afectado por este Plan de Recursos Humanos en Albacete fue recolocado debido a que los tribunales suspendieron de forma cautelar la aplicación del mismo. "Nunca hemos dejado de trabajar, nosotros hemos estado cumpliendo con nuestra labor todos estos meses".
Silencios y puertas cerradas
Si algo caracterizó la lucha y oposición de los conductores de la Junta fue que recurrieron a casi todas las vías posibles para paralizar el propósito del gobierno de Cospedal. Protagonizaron parones reivindicativos, encierros en las instalaciones autonómicas, como la Fábrica de Harinas en el caso de Albacete, y hasta se atrevieron con un Flash Mobe para mostrar su rechazo a una medida que consideraban injustificada. Todo porque "era una injusticia total y absoluta y por eso lo hicimos", explica José Ramón Fernández.
Al igual que sus protestas otra de las características que se repitieron semana tras semana fue la negativa del entonces Delegado de la Junta en Albacete, ahora alcalde de la ciudad, Javier Cuenca de reunirse con ellos y al que insistieron en varias ocasiones para sentarse a dialogar con él. "Nos fue imposible, en más de una ocasión fuimos hasta la propia sede de la Delegación de la Junta y casualmente no estaba nunca. Jamás nos atendió, jamás nos dio una explicación. Nosotros sólo queríamos hablar con él y que nos explicase los motivos que llevaban al gobierno que él representaba a tomar esa decisión", insiste el conductor.
Con la nueva etapa iniciada espera, cuanto menos, que la comunicación con los representantes políticos sea diferente.